Museo Casa Carlos Gardel

Para ello cuenta con diferentes exposiciones ubicadas en su última casa de Buenos Aires, que dejan constancia de la gran importancia a nivel mundial que tuvo el cantante.

La historia de un mito

Nacido en Francia y criado en el barrio del Abasto de Buenos Aires, Carlos Gardel creció entre peones y fondas, un ambiente especial que daría lugar al tango y a la milonga. Con el paso de los años la voz privilegiada del “zorzal criollo” lo convirtió en el principal embajador del tango a nivel mundial.

En 1927 Gardel compró una casa en el barrio del Abasto, a la que se trasladó con su madre. Años más tarde el cantante decidió viajar a Francia y, tras la muerte de su madre, la casa quedó en manos del último representante de Gardel.

Tras funcionar como “La Casa del Tango” durante la década de 1980, en el año 2003 la casa fue reconvertida en el museo que es en la actualidad.

Las exposiciones

La que fuera la casa de Gardel en Buenos Aires durante algunos años, muestra en la actualidad diferentes objetos y documentos relacionados con el universo del conocido cantante.

En un primer momento el museo pretende situar al visitante en la época y la realidad de Buenos Aires durante los años en los que vivió el cantante. Posteriormente recrea la vida de Gardel y su inseparable camino junto a la historia del tango. La última parte del museo intenta el difícil reto de mostrar a la persona más allá del mito.

Gardel es Buenos Aires

Buenos Aires es tango, y el tango está unido irremediablemente a Gardel. Es por esto que, a pesar de que la visita al Museo Casa Carlos Gardel no merece demasiado la pena, el museo acoge cientos de visitantes cada día.

En las inmediaciones de la casa todo recuerda al gran artista, desde el nombre de la estación de Subte, hasta el pasaje que lleva su nombre.

Diversos restaurantes y locales de baile cercanos también rinden su especial homenaje a Gardel por medio de sus fachadas fileteadas y sus murales, logrando mantener viva su presencia.